01 mayo 2013

Torrijas con chocolate

Pues si qué llega tarde esta receta, pensaréis. Bueno, he de aclarar que la subo hoy, 1 de mayo y día del trabajador, pero que la hice y las degustamos en su tiempo, en plena Semana Santa.
El mes de abril ha sido vertiginoso, la Semana Santa, la boda de mi primo Juanan y todos su miles de preparativos, la pre-feria y la Feria. No nos a sobrado, y no exagero, ni un minuto a lo largo de muchos días. Por ello, os presento la receta hoy.
Igual os extraña el giro de tuerca que le he dado a una receta tan tradicional (no soy ni la primera ni la última en hacerlo) pero para gusto los colores, y en casa el chocolate nos tira más que la miel. Así que conseguimos hacer una merienda digna de un Miércoles Santo pero llena de originalidad.
La asociación de las torrijas a la Cuaresma posiblemente es debida a que las familias elaboraban la misma cantidad de pan que en cualquier época del año, con la salvedad de que en ésta no podían comer carne. Al ser el pan un acompañamiento común en banquetes carnívoros, en Semana Santa a muchos españoles les sobraba, y lo aprovechaban usándolo en este dulce plato.
A groso modo una torrija no es más que una rebana de pan empapada en vino o en leche, rebozada en huevo, frita y bañada con miel. Pero existen multitud de variantes (al final tantas como gustos, y nosotros hoy somos el mejor ejemplo): muchos usan piel de limón o naranja para aromatizar la leche; otros usan pan de fabricación especial en lugar de pan común; incluso hay variantes vegetarianas, que sustituyen la leche de vaca por leche de soja y los huevos por harina de garbanzo.
En la Cocina de Carmela hemos hecho una variedad muy golosa, con chocolate. Por cierto, la nata montada y algunas almendritas crocantti no le van nada mal. Vamos a ello.


   Ingredientes:
12 rebanadas de pan para torrijas (lo compré en el Mercadona).
1 litro de leche.
10 cucharadas soperas de azúcar.
1 poco de cacao en polvo o canela en polvo.
5 huevos.
1 l. de aceite de girasol.
2 tabletas de chocolate con leche (yo usé Nestle).

   Preparación:
Comenzamos poniendo la leche en una bandeja llana pero con algo de fondo. A ésta le agregamos el azúcar y la canela o el cacao en polvo y removemos bien para que se disuelva.



Al mismo tiempo calentamos en una sartén grande (tipo wok, por su altura) el aceite de girasol. Cada rebanada de pan la sumergimos a conciencia en la leche y las vamos reservando. La leche que nos sobre al acabar podemos verterla por encima del pan con una cuchara para que queden aún más empapadas.
Por otro lado, batimos los huevos en un bol. Cada una de las rebanadas de torrijas las pasamos por huevo (que queden bien cubiertas, para que se sellen) y las vamos friendo en la sartén una vez que el aceite esté bien caliente.
Esta receta es fácil pero algo sucia, por ello debemos tener a mano todo el menaje necesario y que nada se nos quede en el tintero. De este modo, ahora usaremos una bandeja que cubriremos con papel absorbente de cocina. En ella iremos poniendo las torrijas ya fritas. Lo ideal es que hagamos varias capas, y que entre cada una pongamos más papel de cocina.


Ya hemos acabado de preparar nuestras rebanadas, ahora queda la parte más dulce: fundir el chocolate. Para ello, ponemos ,as dos tabletas de chocolate y un chorrito pequeño de leche en un cazo y calentamos hasta que se derrita totalmente, moviendo muy a menudo para que no se nos pegue. Cuando esté listo, pasamos las torrijas a una fiabrera (que será donde permanezcan hasta que nos las zampemos todas), ya sin el papel de cocina y, de nuevo por capas, vamos bañándolas con el chocolate derretido. Cuando acabemos esta operación, tapamos la fiambrera y las conservamos en la nevera.
Como os dije anteriormente, con nata montada y almendritas picadas está de vicio.
¡Buen provecho!

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