02 diciembre 2013

Macaroni & cheese

Oh di, ¿sigue ondeando la bandera tachonada de estrellas sobre la tierra de los libres y el hogar de los valientes? Eso dice su himno y los americanos están convencidos de ello, sin embargo yo soy de las que piensan que son una gran nación, pero no tan libres ni tan valientes como ellos se proclaman.
Pero, centrándonos en el tema que ahora nos interesa, me llaman la atención como cualquier país o región con autonomía gastronómica, tradiciones y folklore en sus mesas. Hemos comentado en alguna ocasión que, salvando el tema de la comida rápida, la cocina norteamericana está sumamente enriquecida de influencias inmigrantes, que aúnan, básicamente, trocitos de cualquier lugar del planeta en el que se coma.
Esta vez os presento uno de los platos más consumido en los Estados Unidos. Los macaroni & cheese  (abreviado en muchas regiones como "Mac & cheese") que no son más que macarrones con queso, con mucho queso derretido. Nunca he probado el autentico, pero hoy me he lanzado a la aventura y la cosa ha salido francamente bien. A todos nos ha gustado mucho. Y, aunque me he querido ceñir al plato original, la próxima vez que lo haga le añadiré algún ingrediente extra como salchichas troceadas, bacon, pollo, atún o un poco de carne picada. Eso lo hará aún más sabroso.
Muchos lo gratinan en el horno antes de servirlo, pero como en casa aún no tenemos horno, mi receta ha ido de la olla directamente al plato. Si vosotros queréis culminarla con un golpe de calor, podéis hornear esta receta en una fuente unos 10 minutos antes de catarla.
Go!!
    Ingredientes:
400 gr. de macarrones.
50 gr. de mantequilla.
200 ml. de nata líquida.
2 huevos.
100 gr. de queso gouda, samsoe o gruyere.
150 gr. de queso cheddar.
1 cucharada de cayena en polvo.
Sal y pimienta.
   Preparación:
Empezaremos con la pasta. Para cocer los macarrones, calentaremos agua en una olla  y añadiremos la pasta cuando el ésta empiece a hervir. Lo mejor es ir probando, pero en unos 8-10 minutos la tendremos lista. La escurrimos.
En el mismo recipiente que hemos usado para cocinar la pasta derretimos la mantequilla. A continuación, añadimos la mitad del queso que se irá derritiendo poco a poco. Agregamos la pasta, movemos bien y unimos a la mezcla el resto del queso, la nata, la cayena, la pimienta y salamos al gusto. Es importante que no dejemos de mover para que el queso no se nos termine pegando en el fondo.
Un minuto antes de servir, agregamos los huevos batidos. De este modo, el huevo no se cuajará y todo se ligara dejando una salsa sumamente cremosa.
Very luscious!!

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