24 mayo 2020

Bizcocho de Oreo

Sinceramente, yo soy más de salado que de dulce, pero reconozco que me encanta perderme entre las decenas de sabores que usa la marca Oreo para sus galletas. En España no es fácil encontrarlas, a no ser que acudamos a tiendas especializadas, pero aún así, cada vez que tengo oportunidad de probar una de sus variedades, lo hago sin dudar. 

Las he visto con sabor a menta, a mantequilla de cacahuetes, a tiramisú, a pastel de cumpleaños (vete tú a saber...), de tarta de manzana, de rollos de canela, de fuegos artificiales (¿cómo?)... Aunque solo he probado la clásica, la blanquita, que se llama Golden (esta es mi favorita) y la de sabor a red velvet (estaba rica, la verdad). Nosotros hemos hecho este bizcocho con la clásica, la negra de toda la vida, que es la que podemos encontrar en cualquier supermercado o tienda de alimentación, pero yo os animo a que, siguiendo el modo de preparación que os detallo a continuación, lo hagáis con vuestra oreo favorita.
Comenzamos...



   Ingredientes:
4 huevos
200 gr. de azúcar
250 gr. de harina de trigo
200 ml. de leche
150 ml. de aceite de girasol
1 sobre de levadura en polvo
15 galletas tipo Oreo

   Preparación
Para empezar, en un bol grande pondremos los cuatro huevos y el azúcar y mezclaremos bien, batiendo a mano. A continuación, viene la parte más entretenida. Tenemos que separar las dos mitades de cada galleta y con un cuchillo sacarles la cremita blanca (como quien corta una loncha de jamón). Las galletas (parte negra) las reservaremos para más adelante. Y la cremita (parte blanca) la agregaremos al bol y volveremos a batir hasta que quede lo más integrada posible a la mezcla.


Lo siguiente será añadir al bol el aceite y la leche. Y luego, la levadura y la harina tamizada (es decir, pasada por un colador para que las ranuras de este impidan que se creen grumos). Volvemos a batir a mano bien todo hasta que quede una mezcla homogénea.
Lo último será integrar las galletas (parte negra) a la masa de nuestro bizcocho. Para ello, metemos las galletas en el vaso de la batidora (ya se de las grandes o de las de mano) para conseguir convertirlas en polvo. Ese polvo lo añadiremos a nuestro preparado y el resultado será una mezcla negra.
Para termina, vertemos la masa en un molde de silicona apto para horno, previamente engrasado, y horneamos nuestro bizcocho a 180º C. durante 30 minutos o hasta que al pincharlo, la varilla salga limpia.


En la foto veréis que he derretido un poco de chocolate con leche y he dibujado con él líneas para adornar el bizcocho. Si os apetece hacerlo, solo tenéis que poner un poco de agua a calentar en una cazuela y colocar un bol dentro con el chocolate. El calor irá derritiendo el chocolate al baño María. Lo importante es que en ningún momento el agua toque el chocolate. Una vez derretido, con una cuchara podremos dibujar esas líneas sin guardar un patrón.
Sin más... ¡¡A comer!!

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