Esta receta la encontré hace tiempo por intenet y la he hecho un par de veces en casa. La verdad es que soy muy fans de los platos con toques dulces. La miel le da originalidad a la receta y jugosidad al pollo, que puede resultar un poco seco en algunas ocasiones.
Sólo os doy un consejo: que no falte el pan en la mesa el día que hagáis este pollo meloso...os dejarán el plato reluciente.
Ingredientes:
4 pechugas de pollo
1 cebolla grande
1/4 vaso de vinagre
1 vaso de vino blanco
4 cucharadas soperas de miel
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación:
El primer paso a dar en la elaboración de esta receta es cubrir el fondo de una sartén con aceite de oliva y pochar bien la cebolla.
Una vez blanditas, añadimos las pechugas de pollo salpimentadas y las doramos por ambos lados.
En la misma sartén agregamos el vino y el vinagre, y unos minutos después las cucharadas de miel. A fuego suave dejaremos hervir los alimentos hasta que la carne esté hecha y la salsa quede algo reducida y suave.
La imaginación la podéis poner en la guarnición.
¡A mojar pan!
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