Como buena andaluza soy una amante del gazpacho. Pero hoy vamos a jugar con las tradiciones y vamos a teñir de morado nuestra cocina.
No se si sabéis que la raiz de la remolacha (lo que comemos habitualmente de la planta) es una fuente natural de vitamina C. Es una planta perteneciente a la familia de las quenopodiáceas y que necesita de un clima templado costero o de tierra salinas para crecer sin problemas.
Es particularmente rica en folate, que es muy beneficioso para la prevenir la anemia y enfermedades cardiacas. Además tiene un alto contenido en fibras, que ayudan a tener un buen funcionamiento intestinal y a tener los niveles de azúcar en sangre y de colesterol controlados.
Ingredientes:
500 gr. de tomates maduros
500 gr. de remolacha cocida
25 gr. de pan duro
10 gr. de pimiento verde
15 gr. de cebolla
50 ml. de aceite de oliva
10 ml. de vinagre
Sal y un poco de agua
Preparación:
Para empezar, limpiamos los tomates, los pelamos, los partimos por la mitad y los despepitamos.
En un bol aparte, añadimos el vinagre y el aceite y remojamos en la mezcla el pan troceado.
En el vaso de la batidora ponemos los tomates, la remolacha, la cebolla, el pimiento y la mezcla del bol. Lo trituramos todo y le añadimos un poquito de agua (depende de lo espeso que os guste).
En un bol aparte, añadimos el vinagre y el aceite y remojamos en la mezcla el pan troceado.
En el vaso de la batidora ponemos los tomates, la remolacha, la cebolla, el pimiento y la mezcla del bol. Lo trituramos todo y le añadimos un poquito de agua (depende de lo espeso que os guste).
Por último, pasamos la mezcla por un chino o colador y ajustamos la sal al gusto.
¡Sanísimo!
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