28 diciembre 2011

ARROCES Y PASTAS - Fusilli napolitani con cremoso de champiñones

Cómo me gusta esta receta. Y las razones son muchas: el sabor, la textura, la fácil elaboración y lo original de la pasta. Al leer fusilli napolitano (fusillo napolitano en singular) os habréis quedados un poco sorprendidos. Bueno, lo mismo me pasó a mí porque ésta ha sido la primera vez que los veía y que los usaba, claro. En la foto no se aprecian muy bien, pero, para que os hagáis una idea, la forma de esta pasta es como sí mismo un gran tallarín. Es consistente aunque de fácil cocción.
En esta ocasión además unimos pasta, nata, champiñones y algo que no habíamos usado hasta ahora: tomates secos. Esta variedad comercial se consigue mediante el secado al sol de tomates maduros. Es tal la cantidad de agua que pierden, que consiguen descender su peso casi en un 90%.
Quizás el lugar dónde más tomates de este tipo se comen es en Italia, y más concretamente en la región de Puglia, donde no es raro ver tejados plagados de estos frutos esperando que tomen su textura final.
Ni que decir tiene, que al perder casi toda la materia líquida, el sabor del tomate se intensifica al máximo, lo que hace de él un condimento perfecto para guarniciones en general y para nuestra receta de hoy en particular.
Manos a la obra.



   Ingredientes:
1 cebolla grande.
30 gr. de mantequilla.
300 gr. de champiñones laminados.
250 gr. de macarrones.
200 ml. de nata líquida.
70 ml. de vino oloroso.
2 cucharadas de perejil picado.
80 gr. de tomates secos.
1 cucharadita de harina.
Nuez moscada ralladita.
Una cucharada de aceite de oliva.
Sal y pimienta.

   Preparación:
Antes que nada tengo que deciros que lo ideal para que los tomates estén "de muerte" es que estén conservados en aceite. En el caso de que no los encontréis, podéis conservarlos vosotros mismos metiéndolos en un bote con aceite de oliva. Una vez dicho esto, comenzamos nuestra receta.
Como en cualquier plato de pasta, lo primero es cocerla. En este paso cada maestrillo tiene su librillo, así que cocedla como siempre lo habéis hecho. La reservamos.


En una sartén grande y honda (yo siempre uso un wok) ponemos la mantequilla y la cucharada de aceite, y pochamos la cebolla picada fina. Agregamos los champiñones, rehogamos unos 3 minutos y salpimentamos todo.
A continuación, agregamos la cucharadita de harina y la cocinamos un minuto para dorarla un poquito.
Lo siguiente será retirar la sartén del fuego y agregar la nata y el vino oloroso sin parar de remover. Volvemos a poner el wok al fuego y añadimos los tomates picaditos (y bien escurridos) y la nuez moscada. Cocinamos durante 10 minutos, incorporamos la pasta y dejamos la mezcla a fuego medio hasta que tenga la temperatura idónea para ser consumida.


Antes de servir el plato, sólo tenemos que expolvorear con perejil picado y esperar que nos feliciten...porque están buenísimos!

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