Lo que hace distinta a la mostaza de Dijón (o antigua, como también se le llama) de la que estamos acostubrados a tomar es su color (más amarillento) y su sabor (bastante más intenso).
Se le considera la más especial de las mostazas porque fue la primera que se preparó como hoy la conocemos, es decir, hecha una salsa a base de las semillas de mostaza, la sal, el vinagre y alguna que otra especia.
La especialidad de Dijón se remonta a l siglo XIV, a la época de los duques de Borgoña. desde entonces la mostaza a adquerido fama mundial, y la denominación "Mostaza de Dijón" garantiza su procedimiento de fabricación.
Su nombre, como sabréis, se debe al lugar donde se fabrica. Dijón es una ciudad del este de Francia, en la Borgoña. Y además de la mostaza vio nacer a Gustave Eiffel (ingeniero que ideó la Torre Eiffel).
Nosotros la usaremos hoy para aderezar unas jugosas pechugas de pollo. Vamos a ello.
Ingredientes:
4 de pechugas de pollo.
1 cebolla grande
2 cucharadas soperas de mostaza de Dijón.
300 ml. de nata líquida.
60 ml. de vino blanco.
1 cucharadita de tomillo.
Aceite de oliva.
Sal y pimienta.
Preparación:
Para comenzar, salpimentamos las pechugas y cortamos en juliana la cebolla.
En una sartén, ponemos un poco de aceite de oliva y pochamos la cebolla. Cuando esté lista, añadimos el pollo troceado en tacos, lo doramos un poco y lo regamos todo con el vino blanco.
Tapamos la sartén y dejamos que se rehoguen durante unos diez minutos.
El siguiente paso será agregar la salsa la mostaza. Cocemos un par de minutos más e incorporamos la nata.
Para terminar, una vez que esté algo espesa la salsa, rectificamos de sal si es necesario y listo.
¡Bon appetit!
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