Esta receta es fácil y rápida. Pero lo mejor de todo es que es sanísima. Se suele asociar hacer recetas rápidas con la cocina basura, pero os aseguro de que este plato rebate la teoría.
Es una receta tradicional que habréis visto a vuestra madre hacer muchas veces. Y seguramente con variaciones. Yo os ofrezco esta que a mi me encanta, pero podéis combinar algunos ingredientes si os véis desaviados. Si no tenéis gambas o almejas, no importa, el plato seguirá estando delicioso. Podéis también cambiar los guisantes por puntas de esparragos. E incluso, si me estiráis, sustituir la merluza por pescada o bacalao.
Comenzamos.
Ingredientes:
6 medallones de merluza.
300 gr. de almejas.
1 cebolla.
100 gr. de gambitas congeladas.
2 dientes de ajo.
2 cucharada de harina
1 tomate maduro.
100 gr. de guisantes.
1 vaso de vino blanco.
Aceite de oliva.
Sal, pimienta y perejil.
Preparación:
Antes de empezar, debemos poner las almejas en un poco de agua con vinagre para que suelten la tierra.
A continuación, en una sartén con aceite de oliva se sofríen los dientes de ajo y la cebolla picaditos. Un vez empiecen a dorar, se les añade el tomate rallado y las gambas.
El tomate soltará un poco de agua, así que esperamos a que la pierda un poco y agregamos a la sartén el vino blanco y las cucharadas de harina. Movemos todo y así conseguiremos que la salsa espese un poco.
Luego incorporamos los medallones de merluza, las almejas y los guisantes (si son congelados, intentad descongelarlos un poco antes de agregarlos) . Salpimentamos todo y esperamos que se cocine con cuidado de que el pescado no se pase de cocción.
Cuando las merluzas esté listas y las almejas abiertas, podremos servirlo expolvoreado con un poquito de perejil picado.
Un consejo: Coced un par de huevos y picarlos por encima de los platos, quedan genial y están de muerte.
¡ A comeeeer!
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