21 febrero 2012

ARROCES Y PASTAS - Risotto de setas

Hoy os traigo una receta de categoría. Podéis quedar como reyes si le ponéis este riquísmo risotto a vuestros invitados. Pero todavía podéis quedar mejor si conseguís unos gramos de trufa fresca y se la ralláis por encima a los platos unos minutos antes de servirlos (no olvidéis limpiar la trufa antes de usarla con un cepillito y con suavidad).
El termino risotto viene del italiano, y quiere decir simplemente arroz. Con la popularización de la cocina italiana, el risotto se ha difundido sorprendentemente, aunque su origen está en el Oeste de la región de Lombardía y el Este del Piamonte (o lo que es lo mismo, el norte de Italia), debido a la abundancia de arroz en la zona.
Aunque nosotros en esta ocasión nos saltamos esta regla a la piola, lo habitual es añadir nata y parmesano como base de las recetas de risotto. Las setas, boletus, jamón, calabacines, etc, son el complemento que los hace diferentes.
Como descubriréis más abajo, nuestra receta se sustenta en esta ocasión en setas y condimentos sabrosos como el caldo de verdura o el vino.
Comenzamos. 

   Ingredientes:
300 gr. de arroz.
1 cebolla grande.
200 gr. de boletus (o setas variadas).
200 ml. de vino blanco seco.
1 litro de caldo de verduras.
2 ramitas de perejil.
50 gr. de mantequilla.
Sal y aceite de oliva.

   Preparación:
Comenzamos pelando y picando finamente la cebolla. La sofreimos a fuego lento en una cazuela con un poco de aceite (unas 3 ó 4 cucharadas) durante unos 15 minutos, buscando que se pongan transparentes.
Mientras tanto, vamos limpiando las setas y las cortamos en trocitos pequeños. También picamos el perejil.
En otra cazuela, vertemos el caldo de verduras y lo calentamos tapado y a fuego suave.
Cuando la cebolla esté lista, le agregamos las setas y los rehogamos durante 10 minutos. Después añadimos el arroz y lo tostamos un minutillo mezclándolo con los demás ingredientes. Lo siguiente será verter el vino blanco y esperar un poco hasta que reduzca y agregar el caldo de verdura hasta cubrir el arroz.
Para terminar, cocemos todo a fuego medio hasta que el caldo se absorba y añadimos el caldo que nos sobra. Continuamos la cocción hasta que el arroz quede al dente.
Retiramos del fuego, añadimos un poco de mantequilla y removemos.
Antes de servir, dejamos reposar unos minutos y le expolvoreamos algo de perejil picado por encima.
¡Riquísimo!

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