13 marzo 2012

Tarta de calabacín, cebolla y bacon

Este domingo celebramos el cumple de mi padre y del pequeño Álvaro. 57 primaveras mis papaíto y ocho el monito pequeño. Total, que los "Corleone" (o sea, mi familia) nos reunimos a comer en honor al "Tito Juani".
Todo esto parece genial... pero se convierte en un problemilla sabiendo que mis primos y mi hermano son auténticas limas sordas. Claro, teniendo en cuenta que los Mellis (mi primo Alberto y mi primo Manuel, que son gemelos) miden casi 2 metro, no es de extrañar que en sus estómago quepa tanta comida. Y a ellos se les unen Carlos, Rodri y mi hermano Juan, que no son tan grandotes, pero  llevarán en la sangre eso de devorar.
A mí, como es habitual en estas reuniones, me toca el postre. Pero en esta ocasión he encontrado la solución a los glotones en la receta que os enseño a continuación. Es un plato enérgico y una gran oportunidad para comer verduras de manera sabrosa. Es perfecto para una cena o como aperitivo... ¡y además está riquísimo!
Si os atrevéis a hacerlo, ya me contaréis el resultado.
Comenzamos.



   Ingredientes:
1 lámina de masa quebrada.
3 cebollas medianas.
150 gr. de bacon.
2 calabacines pequeños.
1 diente de ajo.
250 ml. de nata líquida (un brik pequeño).
Queso rallado.
Aceite de oliva y sal.

   Preparación:
Comenzamos picando los ingredientes. La cebolla en rodajas, el bacon en tiras y el ajo muy picadito.
En una sartén con un poco de aceite de oliva rehogamos un poco el ajo. Añadimos la cebolla y la pochamos a fuego medio. A media cocción agregamos el bacon y cocinamos 45 minutos hasta que la cebolla se caramelice y oscurezca.


Por otro lado, pelamos los calabacines y los cortamos en rodajas finas. Los salteamos en otra sartén con sal para que expulsen su agua. Una vez listos, los agregamos a la otra sartén, lo movemos todo bien, rectificamos de sal (si fuera necesario) y dejamos templar la mezcla.
A continuación, precalentamos el horno a 200ºC. Elegimos un molde resistente al horno y colocamos la masa quebrada o de hojaldre como base del molde. Vertemos la mezcla que teníamos reservada en la sartén, añadimos la nata (intentando repartirla por toda la superficie) y espolvoreamos con queso rallado al gusto (tanto en cantidad como en tipo).


Para terminar, horneamos unos 15 minutos o hasta que la masa esté hecha y el relleno doradito.
¡Riquísimo!

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