27 marzo 2012

Tortilla sabrosona

¡Me encanta la tortilla de patatas!... Y mi pareja hace unas... ¡Umm! Para chuparse de los dedos.
En fiestas, comiditas familiares y demás fechas de guardar, nunca falta una de éstas... Pero seguro que ninguna como la que hoy vamos a elaborar.
Su nombre lo dice todo: sabrosona. Un plato exquisito (como es de por sí la tortilla de patatas) con una salsita de sabor intenso que le da esponjosidad y sabor. Vamos, un bocado irresistible.
Y para los que viven rápidamente, os informo de que podéis convertir en sabrosona una tortilla precocinada también (de las que no soy partidaria para nada, por cierto). Algo más rica estarán ¿no?
Comenzamos.




 
   Ingredientes:
3 patatas grandecitas.
2 cebollas pequeñas.
5 huevos.
2 dientes de ajo.
1 cucharadita de pimentón picante.
1 vaso de vino blanco
1 paquete de taquitos de jamón (o tacos cortados por vosotros directamente, claro).
Aceite de oliva y sal.

   Preparación:
Podemos dividir esta receta en dos pasos: hacer la tortilla de patatas y hacer la salsita sabrosona.
Para la tortilla, pelamos y cortamos en rodajitas la patata, les añadimos sal y las freímos en abundante aceite con fuego medio para que se vayan poniendo blanditas y no crujientes.
Una de las cebollas la pelamos, la picamos y la sofreímos en una satén aparte.


En un bol, batimos los huevos, les ponemos un poco de sal y añadimos las patatas y la cebolla cuando estén listas. Movemos todo bien para que los ingredientes se liguen.
En una sartén grande y antiadherente, ponemos la mezcla del bol a fuego medio y esperamos que se vaya cuajando esa cara de nuestra tortilla. Cuando esté lista, con la ayuda de un plato, le damos la vuelta y hacemos la otra cara.
Ya tenemos nuestra tortilla, ahora la convertiremos en sabrosona. Para ello, picamos los dientes de ajo y la cebolla que nos queda y sofreímos todo en una sartén con aceite de oliva. Cuando empiecen a dorarse, agregamos los tacos de jamón y el pimentón picante. Removemos todo con una pala de madera.


Es el momento de bañar con el vino blanco. Cuando empiece a hervir y se evapore un poco el alcohol del vino, añadimos sal al gusto y un vaso pequeñito de agua.
Solo nos queda poner la tortilla dentro de la salsa y cocer a fuego lento durante unos 10 minutos para que se empape del sabor de la salsita y, por lo tanto, se convierta en una auténtica tortilla de patatas sabrosona.
¡Mmm...!

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