¡Qué ya está aquí el buen tiempo!, y todos queremos que nos quede bien el traje de chaqueta para el Domingo de Ramos, el traje de gitana para la Feria de abril...y el bikini, por supuesto. Así que voy a intentar poner más recititas ligeras y fresca para que nos unamos al tren de la vida sana (aunque sea sólo en esta época).
Sin duda, uno de nuestros mejores aliados para ese propósito es la alcachofa. Como todos sabemos es baja en calorías y muy diurética...pero tiene muchas más propiedades y aquí os enseñaré algunas.
Su nombre procede del árabe al-kharshûf y se estima que su origen está en Egipto y el Norte de África. Tanto las alcachofas como el jugo que resulta de la cocción de sus hojas, son usadas para tratar la anemia, la diabetes, el estreñimiento, la gota o el reuma. Es digestiva y muy rica en minerales, vitaminas y fibras.
Hoy en día, este fruto es principalmente cultivado en Francia, Italia y España. En América, California es el centro más productivo. Tanto es así que hasta existe un concurso anual de belleza en la región que nombra a la Reina de la Alcachofa cada año, y que se estrenó en 1949, siendo Merilyn Monroe la elegida.
Comenzamos.
700 gr. de corazones de alcachofas.
7 cucharadas de pasas (sin hueso).
4 cucharadas de piñones.
100 gr. de jamón en taquitos.
1 limón.
Aceite de oliva.
Sal y pimienta.
Preparación:
La cosa cambia un poco dependiendo de las alcachofas que usemos. Si queréis comprarlas frescas, tendréis que pelarlas (para optener el corazón) y hervirlas en agua con sal hasta que estén tiernas.
Sin embargo, los venden también en conserva (los del Lidl están muy ricos, pero sólo viene unos 5 corazones a pesar de lo que dice la lata). En el caso de que uséis esos, simplemente tendréis que escurrir el caldo de la lata y estarán listos para consumir.
Una vez que tengamos los corazones de alcachofa listos (los que hayáis escogido), preparamos una sartén con aceite de oliva. En ella rehogamos las pasas y el jamón. Y una vez que empiecen a dorar añadimos los corazones partidos por la mitad y los piñones.
Inmediatamente, salpimentamos el contenido de la sartén y lo rociamos todo con un poquito de limón.
Servimos y listo.
¡A comer!
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