Este plato está de muerte. Es original, ligero y de un sabor especial.
Nosotros, que somos amantes de la pasta en todas sus variantes, vamos dándole vueltas al coco para encontrar recetitas nuevas. Y ésta es genial.
Mezcla ingredientes de calidad y no excesivamente fuertes en sabor, porque luego está el vinito y el parmesano para darles el toque intenso e inolvidable que está obligado tener todo buen plato (de lo que sea).
Como véis, está abierto a variantes, ya que podéis elegir el tipo de carne que más os guste (yo elijo de ave). Y escoger espinacas frescas o cengeladas (yo congeladas, pero estoy deseando hacerlo con frescas).
Bueno, tampoco creo que tenga que hablar mucho más para convenceros a que os pongáis manos a la obra, porque los ingredientes de más abajo, brillan con luz propia.
Comenzamos.
Ingredientes:
500 gr. de espaguetis.
1 cebolla mediana.
400 gr. de espinacas (pueden ser congeladas).
4 salchichas frescas (pueden ser de cerdo, ave o tenera).
4 tomates secos.
1/2 vaso de vino blanco.
Queso parmesano rallado.
Preparación:
Para empezar, por un lado, quitamos la piel que recubre las salchichas y las deshacemos con un tenedor o con las mismas manos.
Por otro, como yo usé espinacas congeladas, cocemos el bloque en agua hirviendo dos minutos.
Y por otro lado, cortamos finamente la cebolla finamente y los tomates secos en laminas.
Preparamos una sartén con un chorro de aceite de oliva y sofreimos la cebolla hasta que esté transparente. A continuación, añadimos las salchihas y los tomates, y por último, las espinacas.
Cuando esté todo listo, agregamos el vino blanco y esperamos hasta que se evapore.
En esa misma sartén (que como véis debe ser algo profunda) agregaremos los espaguetis una vez cocidos al dente. Saltearemos todos los ingredientes juntos un par de minutos y servimos acompañando cada plato con queso parmesano rallado.
¡Buen provecho!
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