30 abril 2012

CARNES - Alitas de pollo al ajillo

Hoy nos vamos a dar un homenaje y nos vamos a comer unas alitas de pollo deliciosas. Las haremos al ajillo, y como veréis más abajo sólo usaremos ajo y una pizca de guindilla. Si os gustan las especias (a mi me gustan mucho) podéis añadirlas en la fase de macerado. Curry, tomillo, estragón, pimentón, orégano, pimienta...a vuestro gusto.
Aunque yo las recuerdo de siempre, parece que esta receta ha tomado fama al haberse convertido en bandera de algunas cadenas de comida rápida. Decimos "alitas de pollo" y se nos viene a la cabeza (al menos a mi me pasa) el fast food y el ambiente yankee. Quizás sea con conocimiento de causa, y es que todas las versiones apuntan a que el origen de este plato está en el nuevo continente.
Pero hay un lugar que se erige entre todas: Buffalo (ciudad del Estado de Nueva York). Así que las Chicken Wings (alitas de pollo) son denominadas Buffalo wings cuando se recubren de la salsa picante especial que surgió en esos parámetros.
Nosotros vamos a nacionalizar un poquito todo. Victoria Beckham decía que España olía a ajo (os aseguro que Londres huele a fritanga), así que hoy partiremos una lanza por nuestro país y haremos nuestras alitas al ajillo... y luego nos chuparemos los dedos, prometido.
Comenzamos.


   Ingredientes:
1 kg. de alitas de pollo (ese peso ya limpias).
2 cabezas de ajo completas.
3 guindillas.
150 ml. de aceite de oliva.
Sal y pimienta.

   Preparación:
Para esta fácil receta, empezamos desgranando las cabezas de ajo y pelando sus dientes. En un bol o mortero los aplastamos levemente. 
Lo siguiente será mezclar en un recipiente los trozos de pollo, el ajo y las guindillas. Salpimentamos todo y dejamos reposar para que macere durante unas dos horas en el frigorífico. Es importante que tapemos el recipiente con papel film o de aluminio para que no se seque.
Pondremos el aceite en una sartén amplia o wok. Una vez caliente añadimos todo el contenido del recipiente que teníamos en la nevera. Debemos moverlo continuamente para que se dore por todos lados pero que no se queme.
Si os gusta, podéis añadir una copita de vino blanco o brandy en la sartén una vez que esté hecho. Esperaremos a que se evapore el alcohol y se reduzca la salsa.
Acompañadas de patatas fritas son un escándalo.
¡Mmmm...!

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