Ayer domingo, una persona pequeña entró en mi cocina y se adjudicó el título de Chef. Yo, sin más remedio, me convertí en su pinche y me puse a su disposición.
La Mini de la casa se había quedado con ganas de probar el Brownie de Oreo así que como aún teníamos en la despensa galletas de este tipo, decidimos hacer un Bizcocho.
Nos pusimos manos a la obra: batir los huevos, apuntar cantidades, poner la levadura...y los más divertido, desmenuzar las galletas con nuestras propias manos y poder chuparnos los dedos luego...uuummm!
Creo que si las cosas se hacen con cariño es imposible que algo salga mal. Nosotras le pusimos muchísimo cariño y el resultado aún está latente en nuestros paladares. Imaginaos un trocito de bizcocho y un buen vaso de leche fría para frenar el calor de junio ¡menuda merendola nos dimos viendo a la Selección Española jugar contra Italia!.
El que inventa la receta la bautiza, y, aunque la estoy escribiendo yo, la he querido bautizar con el nombre la chef, de ahí su nombre.
Comenzamos.
Ingredientes:
4 huevo.
150 ml. de leche.
250 gr. de harina.
200 gr. de azúcar.
150 ml. de aceite de girasol.
200 gr. de azúcar.
150 ml. de aceite de girasol.
1 sobre de levadura.
16 galletas Oreo.
75 gr. de chocolate (la variedad que más os guste).
Preparación:
En primer lugar, batimos a mano los huevos con el azúcar en un bol. Y sobre ellos agregamos el aceite y la leche.
Mientras vamos precalentando el horno a 180º C.
En un bol aparte, tamizamos harina y levadura y la mezclamos con todo lo anterior.
Para terminar, troceamos con los dedos las onzas de chocolate (nosotros usamos chocolate negro Nestle Postres, porque era el que teníamos en la nevera, pero si preferís, podéis usar otra variedad: con leche, blanco...o varias juntas). También con los dedos desmenuzamos las galletas y todo lo añadimos a nuestra masa de bizcocho.
El último paso será engrasar un molde con un poco de aceite de girasol, verter la mezcla sobre él y hornear a 180º C durante una media hora o hasta que al pincharlo con un tenedor éste salga limpio.
¡Delicioso!
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