Huevos fritos con patatas aliñadas

¿Quién no ha comido alguna vez patatas fritas con huevo?...voy más allá, ¿quién no las ha comido más de veinte veces en su vida?...de hecho, seguro que es la comida favorita de un gran porcentaje de españoles.

Lo que hoy os presento es una versión original y deliciosa de esta mítica receta: patatas fritas con huevos todo aliñado con aceite, vinage y sal.

Como la original, ésta es fácil y para todos los cocineros. Dice la célebre expresión que aquel que no es ducho en casi nada es que "no sabe ni freir un huevo"...pero seguro que vosotros no sois de esos.

Los huevos fritos son famosos en el mundo entero. Se toman en el clásico desayuno inglés, se hacen en todos los "dinner" americanos como complemento de sandwiches y hamburguesas, son habituales en los platos combinados de cualquier restaurante español o se mezclan con salsa soja en la gastronomía japonesa.

En cocina andaluza (que es la que más conozco) es un habitual en los menús de cada casa. En 1618,  Velázquez nos mostraba a la anciana sevilla preparando esta receta en su mítico "Vieja friendo huevos". Lo que indica que desde entonces este plato ya era base de la dieta sevillana tradicional.

Espero que os guste la vuelta de hoja que damos hoy a la receta, porque a mi me encanta.

Comenzamos.

   Ingredientes:

6 patatas grandes.

4 huevos.

Aceite de oliva.

Vinagre.

Sal.

   Preparación:

Empezamos pelando las patatas y troceándolas en forma de medias lunas. Las lavamos, las escurrimos los más posible y agregamos sal.

En una sartén grande y honda ponemos una buena cantidad de aceite de oliva y lo calentamos a fuego medio. Cuando esté bien caliente freimos en él las patatas (si no os caben todas, podéis hacer más de una fritada).

Una vez hechas, las tenemos que sacar del aceite con una espumadera para que escurran todo el líquido posible. Y las iremos colocando en una fuente.

Por otro lado, en una satén más pequeña, ponemos también aceite de oliva para freir nuestros huevos. Cuando estén listos los pondremos sobre las patatas.

Para terminar, aliñamos el contenido de la fuente a modo de ensalada con aceite, vinagre y sal y trinchamos todo con cuchillo y tenedor para que la yema caiga sobre las patatas y el aliño llegue a todos lados.

Nuestra receta está lista para ser devorada.

¡Ñam ñam!