19 enero 2014

Albóndigas al whisky

Puedo prometer y prometo que lo que era una receta para salir del paso se ha convertido en un autentico hallazgo. 
Por falta de tiempo no puedo cocinar ni cómo, ni cuándo, ni cuánto quisiera. Así que procuro tener siempre en la nevera comida semi-preparada y diversos ingredientes  que me pueden sacar de más de un apuro. En esta ocasión mi objetivo fue una bandeja de 12 albóndigas de cerdo. Mi idea era hacerla con tomate, que en casa gustan mucho. Pero quise innovar, romper un poco la rutina y hacer una salsa distinta, ya que no podía, ni siquiera, manipular yo misma la carne.
Dicho todo esto, y después de hacerme ilusiones con muchos castillos en el aire, me di cuenta que mi frigorífico no estaba tan pletórico como yo pensaba. Pero de repente, en la blanca y fría inmensidad del "sistema no frost" vi un limón y mi mente volvió a volar. Ese rico ácido, un poco de ajo (que nunca falta) y algo de espirituoso whisky sobrante de las pasadas fiestas, me darían una salsa exquisita a la que yo iba a obligar a abandonar a su fiel acompañante, el solomillo, para crear un nuevo tanden junto a mis albóndigas. ¿El resultado?: un auténtico pelotazo.
Comenzamos.


   Ingredientes:
12 albóndigas (yo escogí cerdo).
6 dientes de ajo.
El zumo de 1/2 limón.
Un chorrito de whisky.
1 pizca de colorante alimentario.
1 cuchara de harina.
Aceite de oliva.
Sal y pimienta.

   Preparación:
En primer lugar, pondremos una buena cantidad de aceite de oliva en una cazuela. En el refreiremos los ajos pelados pero enteros. Tenemos que esperan un par de minutos a fuego medio-bajo para que el aceite tome sabor, pero no dore muchos los ajos.
A continuación, añadimos la albóndigas y las refreímos otro par de minutos. Añadimos el whisky y el zumo de limón y refreímos todo unos 15 minutos para que la carne se termine de hacer.


El paso siguiente será retirar las albóndigas de la cazuela, añadir el colorante al resto de ingrediente y mover. Agregamos también la harina y volvemos a remover para que se mezcle bien y se cocine un poco. Así perderá el sabor a crudo. Cuidado porque la salsa espesará rápido y puede pegarse.


Una vez lista, pasamos el contenido de la cazuela al vaso de la batidora y batimos para conseguir una mezcla homogénea. Y volvemos a pasarla a la cazuela. Incorporamos las albóndigas y terminamos la receta unos minutos después hasta que todo tome la temperatura idónea.
¡No olvidéis el pan para poder mojar!

No hay comentarios:

Publicar un comentario