30 agosto 2020

Tabulé con frutos secos y queso feta

La primera vez que probé el cuscús fue el día que me lo preparó mi "madre francesa". Yo tenía 16 años y estaba pasando nos días de intercambio en Mulhouse, un pueblo francés, en plena Alsacia. Recuerdo que, antes de salid de España, nos hicieron rellenar un papel en el instituto con nuestras preferencia culinarias. No sé si lo he dicho alguna vez, pero yo no soy nada amante del cerdo. Las chacina si me gusta pero cualquier parte del cochinito que tenga que ser cocinada, no me gusta, lo siento. Ese fue mi único requisito y a mi "familia francesa" le vino muy bien porque eran de ascendencia turca y profesaban la religión judía. 

Mi corresponsal se llamaba Thalia y su madre cocinaba como los ángeles. Todavía se me hace la boca agua recordando un hojaldre relleno de pollo que una noche hizo para cenar... O la ensalada de lentejas... ¡uuum! También probé allí por primera vez el aguacate, solo con un poco de sal. Algo curioso cuando es mi comunidad autónoma donde se cultivan, pero claro, hace 20 años era raro que en una casa se sacan los pies del plato de la dieta mediterránea del cuchareo.

Un día,  ella me preparó un pícnic porque nos íbamos de excursión y no íbamos a comer en casa. Un sándwich de pavo y un pequeño tupper con un tabulé exquisito. Mis amigos me miraban sabiendo que era la afortunada del grupo y que, además de descubrir lugares de la región, también estaba descubriendo gran parte de su cultura gastronómica. Tuve esa suerte...

El tabulé que hoy os presento no se parece a aquel pero a mí todos me van a retrotraer a ese momento. Espero que os guste. Comenzamos...


   Ingredientes:

200 gr. de cuscús.
100 gr. de frutos secos al gusto (nueces, pistachos, avellanas, almendras...)
100 gr. de frutas deshidratadas al gusto (dátiles, pasas, higos...)
1 limón (usaremos su zumo y su piel)
1 diente de ajo
100 gr. de queso feta
6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Menta al gusto.
Sal y pimienta.


   Preparación

Empezaremos poniendo a punto el cuscús. Para ello, yo siempre uso la misma cantidad de agua que de sémola y me queda perfecto. De este modo, en un bol amplio, pondremos los 200 gr. de granos de cuscús y un chorrito de aceite, y por otro calentamos 200 ml. de agua. Una vez rompa a hervir el agua, la agregamos al bol y lo tapamos con un plato durante unos 10 minutos. En ese tiempo, el grano absorberá  el líquido y solo tendremos que ir separando los granos con un tenedor. Reservamos en el mismo bol hasta que se enfríe.


A continuación, ponemos los frutos secos en un mortero y los machacamos un poco para que queden trocitos más pequeños. Las pasas las dejamos enteras, pero los dátiles y los higos debemos trocearlos. Todo lo agregaremos al bol. También añadiremos el queso feta. Yo suelo cortar un trozo del bloque y desmeluzarlo con los dedos.


Nos falta preparar el aliño. Para ello, ponemos en un bol pequeño  el aceite de oliva virgen extra, la ralladura de la piel del limón y su zumo. También agregaremos menta picadita al gusto. Y por último, el diente de ajo machacado, algo de sal y algo de pimienta. Vertemos esta mezcla sobre el resto de los ingredientes y a comer.

¡Buen provecho!

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