¡Qué rico! un trocito de bizcocho a la hora de merendar bien en cualquier época del año. Y si, ahora que aprieta el calor, además lo acompañamos de un buen café helado, el éxito y el disfrute están asegurados.
Cualquier bizcocho bien hecho es una delicia, hasta el más simple o tradicional. Pero, como siempre os digo, en la variedad está el gusto, y dar al paladar un capricho nuevo nuevo nunca viene mal. Esta vez vamos a hacerlo con pistacho, un fruto con un sabor especial. A mí, particularmente, me encantan y encontrarlos en una masa dulce y bien horneada es una delicia.
Además, a nuestro bizcocho vamos a añadirle azúcar moreno, que le dará un color más cálido y un saborcito a tostado muy apetecible.
Os lo estoy vendiendo muy bien, pero ¿qué os parece si comprobamos si llevo razón?
Comenzamos.
Ingredientes:
340 gr. de harina.
200 gr. de pistachos crudos pelados.
4 huevos.
170 gr. de azúcar moreno.
1 cucharada de canela.
150 ml. de nata líquida.
150 ml. de aceite de girasol.
1 sobre de levadura.
Preparación:
Lo primero que haremos será mezclar en un bol la harina tamizada, la levadura y la canela. A continuación, en otro bol, rompemos los huevos y los batimos junto al azúcar, hasta conseguir una mezcla marroncita y homogénea. Terminamos uniendo, poco a poco y batiendo a la vez, el contenido de ambos boles.
Lo siguiente será incorporar a la mezcla la nata. Batimos. Y agregamos el aceite para volver a batir. Sólo nos queda añadir los pistachos, previamente molidos (no hechos polvo, para poder notar los trocitos al morder).
Echamos la masa en un molde engrasado y horneamos 45 min. a 180ºC. o hasta que al pincharlo, el tenedor salga limpio. Dejamos enfriar nuestro bizcocho y...¡a merendar!
Espero que os guste
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